Disponible en línea a través de la página web del Insituto de Estudios Fiscales. Resumen. Conclusión. Bibliografía.

La controversia sobre los mecanismos para calcular las balanzas fiscales no es técnica. Distintos métodos de cálculo sirven para distintos propósitos y ésos son políticos más que económicos. La diferencia fundamental está en su concepción sobre el concepto de jurisdicción territorial. Esto es, si estas jurisdicciones son algo más que agregación de individuos que residen en una determinada zona geográfica con sus residuos fiscales. En este sentido, incluso para aquellos autores que interpretan los saldos fiscales como el resultado de las políticas fiscales redistributivas, nuestros resultados señalan que esto no es lo que está sucediendo en España. De hecho, por el lado del gasto, no observamos un patrón sistemático para los flujos de gasto que se ajuste a las diferencias observadas en niveles de renta. Regiones con similares niveles de renta reciben distintos flujos de gasto por parte del gobierno central. Este es el resultado observado no solamente para el método del flujo monetario, sino también para el enfoque de carga-beneficio, a pesar de la forma en que se computan los efectos desbordamiento de los que se asumen como bienes públicos. De cara a comprobar si este sesgo territorial es político, puramente aleatorio o el resultado de efectos de aglomeración o economías de escala, es necesario que disponer de más datos sobreflujos fiscales para trabajar con datos de panel. En este sentido, la transparencia es la mejor estrategia para ajustar el enfoque del debate territorial en España.