A lo largo de dos artículos, este, que publicamos en la revista de los meses de agosto-septiembre y un segundo artículo que publicaremos en la revista de octubre, profundizaremos en algunas de las operaciones mercantiles frecuentes que vienen surgiendo en el seno de la empresa, que por su relevante trascendencia fiscal, merece la pena clarificar, en aras de evitar contratiempos indeseados. Como ya conocemos, tanto la doctrina administrativa como la jurisprudencia, vienen adoptando algunos criterios que, de no tener presentes, podrían conducirnos a error a la hora de acometer alguna de estas operaciones, a menudo cotidianas, que, dependiendo de la magnitud del caso a tratar, podrían evocarnos a contingencias severas.

Throughout two articles, this one, which we published in the magazine in the months of August-September and a second article that we will publish in the october’s issue, we will delve into some of the frequent commercial operations that arise within the company, which, due to its relevant fiscal significance, is worth clarifying, in order to avoid unwanted setbacks.As we already know, both administrative doctrine and jurisprudence have been adopting some criteria that, if not kept in mind, could lead us into error when undertaking any of these often daily operations, which, depending on the magnitude of the case at hand, try, could evoke severe contingencies.