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Resumen.

Bibliografía.

La finalidad del aplazamiento y fraccionamiento es la de facilitar el cumplimiento de la obligación de pago de las deudas tributarias mediante la concesión de un nuevo plazo (aplazamiento) o bien posibilitando el pago por partes (o fracciones), si se cumplen determinados requisitos, cuando concurre una situación transitoria de dificultad económica. Con lo cual, es un mecanismo del que pueden beneficiarse las empresas y empresarios en momentos críticos para intentar mantener su actividad empresarial. Tras la presentación de una solicitud de aplazamiento o fraccionamiento, la Administración deberá admitirla a trámite, salvo defectos de forma o que se trate de deudas no aplazables, y procederá a su examen valorando si concurren los requisitos legalmente establecidos para su concesión. En este contexto, las posibles causas de desestimación son la inexistencia de una situación económico-financiera que impida realizar el pago, que la dificultad para el pago no sea de carácter transitorio, que no se presenten garantías suficientes o bien que no se cumplan los requisitos que exceptúan el deber de aportación de garantías. Por todo ello, resulta fundamental analizar qué deudas no son aplazables o fraccionables y los requisitos exigidos para la concesión del aplazamiento o fraccionamiento, así como el procedimiento a seguir para su concesión y denegación, prestando atención a los efectos que se derivan tanto de la presentación de la solicitud como de la resolución administrativa que se acabe dictando.