Gónzalez Páramo, José Manuel

In defense of Central Bank Independence against its enthusiasts recurso electrónico / José Manuel González-Páramo

Bibliografía

The problem of time inconsistency provides the basic economic rationale behind the independence of central banks, understood as the most suitable institutional mechanism for ensuring price stability. According to the consensus that emerged in the 1990s and the 2000s, endowing the central bank with independent decision-making authority over the use of monetary policy instruments, with a mandate for price stability, enhances the effectiveness of monetary policy and reduces the inflation volatility. It may be surprising that criticisms of the once almost sacrosanct independence arise after the Great Financial Crisis, when it is widely recognized that central banks “saved the world” from repeating the Great Depression of the 1930s. The paper is an attempt to explain the rationale why these cracks in the consensus have arisen and offers suggestions what to do about it. Independence has an economic basis
that is as solid as its political foundation is fragile, because central banks are unelected power. And in the realm of economics and politics, the political economy of central banking may help us understand the evolution of the degree and the specific form of independence because of both internal and external political and economic constraints. The paper examines these issues in some detail, to contextualize the economic and non-economic threats to independence and discusses possible mitigants. Properly assessing the challenges is a prerequisite for preserving the value of this institution, which is perhaps the most important and effective institutional innovation of our time in macroeconomic policy. El problema de la inconsistencia temporal proporciona el soporte económico fundamental de la independencia de los bancos centrales, entendida ésta como el mecanismo institucional más adecuado para asegurar la estabilidad de precios. Según el consenso que surgió en las décadas de 1990 y 2000, dotar al banco central de autoridad independiente para la toma de decisiones sobre el uso de instrumentos de política monetaria, con un mandato para la estabilidad de precios, mejora la efectividad de la política monetaria y reduce la volatilidad de la inflación. Puede resultar sorprendente que las críticas a la independencia, antes casi sacrosanta, surjan después de la Gran Crisis Financiera, cuando se reconoce ampliamente que los bancos centrales “salvaron al mundo” de repetir la Gran Depresión de la década de 1930. El artículo trata de explicar las razones por las cuales han surgido estas grietas en el consenso y ofrece sugerencias sobre qué hacer al respecto. La independencia tiene una base económica tan sólida como frágil es su fundamento político, porque los bancos centrales son poderes no electos. Y en el
ámbito común de la economía y la política, la economía política de la banca central puede ayudarnos a entender la evolución del grado y la forma específica de independencia debido a las restricciones políticas y económicas tanto internas como externas. El artículo examina estos temas con cierto detalle, para contextualizar las amenazas económicas y no económicas a la independencia y discute posibles mitigantes. Evaluar adecuadamente los desafíos es un requisito previo para preservar el valor de esta institución, que es quizás la innovación institucional más importante y efectiva de nuestro tiempo en política macroeconómica.


BANCOS CENTRALES
POLITICA MONETARIA
PRECIOS
AGENCIAS REGULADORAS INDEPENDIENTES

Hacienda Pública Española 0210-1173 n. 250, (3/2024), p. 109-128

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